Reducir el ruido de los equipos de la piscina

"Piscina" es sinónimo de relajación en un entorno que, por lo general, se desea tranquilo. No obstante, es necesario filtrar el agua y este sistema genera inevitablemente algo de ruido; contaminación acústica para usted y para sus vecinos. Por suerte, es posible reducir los niveles por medio de distintas soluciones, sobre todo si la piscina está bien diseñada desde el principio.

• ¿Qué es el "ruido"?
• ¿De dónde procede la contaminación acústica de la piscina y cómo se puede remediar?
  • Soluciones para el ruido generado por la bomba de filtrado y la de calor
  • Soluciones para el ruido generado por el sistema hidráulico
• Cómo reducir la contaminación acústica de su piscina; un resumen

¿Qué es el "ruido"?

La documentación suele indicar el nivel sonoro de un aparato en decibelios (dB) a 1 o 10 metros. Sin embargo, se trata de la presión acústica (el ruido que oímos y sentimos), muy inferior a la potencia acústica del aparato (el ruido emitido directamente por una máquina).

Indicar la potencia acústica ya es obligatorio en el caso de máquinas de exterior, según la Directiva europea sobre emisiones sonoras de las máquinas de exterior, pero aún no lo es para los equipos de piscina. A menudo surge la confusión entre presión y potencia y no es raro sorprenderse del ruido real de una máquina tras su instalación.

Por último, los decibelios no indican las frecuencias del sonido emitido por el aparato. Las bajas frecuencias pueden percibirse a grandes distancias porque se propagan fácilmente en elementos sólidos. Se detienen ante materiales elásticos y pesados, como masas de silicona o de PVC plastificado.

Las altas frecuencias se detienen fácilmente, pero suelen resultar más molestas: se detienen con materiales amortiguadores como la espuma.

"El ruido es, pues, un fenómeno complejo. Resulta muy útil comprender al menos la física para luego gestionarlo lo mejor posible: sin olvidar que la sensibilidad personal de cada uno interviene siempre en la percepción.

¿De dónde procede la contaminación acústica de las piscinas y cómo se puede remediar?

Aparte de las salpicaduras y los gritos de los niños que saltan alegremente al agua, los ruidos procedentes de la piscina son de varios tipos:

• hidráulicos: sonidos emitidos por el agua que circula en el sistema de filtrado;
• aerólico: sonido del ventilador de la bomba de filtrado y de la bomba de calor;
• mecánicos: ruidos de rodamientos de bombas de filtrado, por ejemplo;
• eléctricos: zumbido de un transformador.

Para reducir la contaminación acústica, antes debemos conocer su origen, dado que eso determinará su tratamiento.

Normalmente, existen dos fuentes de ruido en una piscina: las bombas (filtrado y calor) y el circuito hidráulico.

Soluciones al ruido generado por la bomba de filtrado y la bomba de calor

La bomba de filtrado y la bomba de calor (HP) son dos aparatos que inevitablemente generan perturbaciones acústicas en el entorno de la piscina: por lo tanto, es necesario tomar precauciones sistemáticas para reducirlas al máximo.

Retirar soportes huecos

Una práctica habitual consiste en elevar la bomba para evitar que se sumerja en caso de fuga. No obstante, se debe evitar el uso de soportes huecos que actúen como cajas de resonancia y amplifiquen el ruido de la bomba. Si desea elevar las instalaciones, deberá hacerlo con un soporte sólido.

Utilice bloques de aislamiento o alfombras anti-vibración

Los bloques de aislamiento son almohadillas de goma que se instalan bajo el aparato e impiden la transmisión de vibraciones y, por lo tanto, de bajas frecuencias. Estas frecuencias pueden resultar muy desagradables si la sala técnica se encuentra en el sótano de la casa, porque después se transmiten por toda la vivienda. Una alfombras anti-vibración, similar a las que se colocan bajo las lavadoras, también puede ofrecer el deseado efecto absorbente.

Instalar una bomba de velocidad variable

Aunque la eliminación de los soportes huecos y el aislamiento de la bomba del suelo son soluciones baratas y prácticas, la mejor opción para reducir la contaminación acústica continúa siendo instalar una bomba de velocidad variable, sobre todo cuando los aparatos se encuentran próximos a lugares sensibles (en un garaje situado bajo un dormitorio, por ejemplo).

Como explicamos en nuestro artículo sobre las bombas de velocidad variable, estas regulan su velocidad en función de las necesidades de filtrado de la piscina. De este modo, y especialmente por la noche, prácticamente no emiten ruido al girar a baja velocidad, dado que nadie se está bañando.

Es importante mencionar que instalar una caja aislante alrededor de la bomba de filtrado no es una buena idea. El motor del aparato debe poder enfriarse correctamente: una caja aislante permite el sobrecalentamiento frecuente, pudiendo llegar a reducir notablemente su vida útil.

Instalar la bomba de calor en el lugar adecuado

Una bomba de calor necesita el mayor espacio posible a su alrededor, ya que utiliza las calorías del aire ambiente para calentar el agua de la piscina, y luego libera este aire «vaciado» de sus calorías y, por lo tanto, frío.

La gestión del ruido producido por este proceso depende principalmente del fabricante de la bomba, que puede colocar un aislamiento acústico en cada panel de la caja o aislar el compresor con una «tapa».

Como en el caso de la bomba de filtración, debe evitarse el aislamiento de la bomba de calor en una caja. Además, el aparato necesita la mayor cantidad de aire posible para producir su efecto de calefacción. Una caja solo retendría el aire frío expulsado, que es totalmente inútil para el buen funcionamiento de la bomba de calor.

Asimismo, el lugar donde se instala la bomba tiene un impacto real en la contaminación acústica producida. Para minimizar la resonancia, se debe evitar, por ejemplo, instalarla demasiado cerca de una pared, en un rincón o pasada por un tejado. Lo ideal es colocar la bomba de calor a un metro de la pared, rodeada de plantas que absorban eficazmente las altas frecuencias.

También es preferible no orientar la parte delantera de la bomba, que produce ruido y descarga aire frío hacia la piscina.

Por último, las bombas de calor se instalan con frecuencia sobre una losa de hormigón: también en este caso deberá montarse sobre bloques de aislamiento para evitar la propagación de vibraciones en el jardín y la vivienda.

Instalación de una bomba de calor Full Inverter

Al igual que la bomba de filtrado de velocidad variable, la bomba de calor Full Inverter varía la frecuencia de la corriente eléctrica que recibe para hacer girar su compresor y su ventilador a distintas velocidades y regular su potencia en función de la temperatura del agua.

Al comienzo y término de la temporada, una bomba de este tipo gira mucho para aumentar y mantener la temperatura: el ahorro energético se produce principalmente durante los periodos cálidos, cuando la bomba puede girar al mínimo para mantener la temperatura de la piscina.

Al reducirse la velocidad, también lo hace el sonido, especialmente por la noche gracias al modo nocturno programable de las bombas Full Inverter. El aparato se vuelve entonces muy silencioso para no ocasionar molestias.

Soluciones para el ruido generado por el sistema hidráulico

Por último, las tuberías también pueden resultar ruidosas si están mal dimensionadas. Una caída de presión excesiva en la aspiración, un diámetro de las tuberías demasiado pequeño y unos codos demasiado pronunciados pueden generar un fenómeno de cavitación, que produciría un traqueteo característico extremadamente ruidoso (microburbujas que implosionan al encontrarse bajo presión).

Este fenómeno también puede producirse tras la bomba, en las válvulas de los filtros con muchos cambios de dirección: si el agua circula demasiado rápido, también se producirá cavitación.

Lamentablemente, en estos casos, la única solución válida consiste en reconstruir el circuito hidráulico. Dado que la etapa de diseño es la más importante para garantizar el buen funcionamiento de su piscina, asegúrese de mantener las velocidades de paso adecuadas (sobre todo en la aspiración, preferiblemente 1,5 m/s) para minimizar el ruido hidráulico.

Cómo reducir la contaminación acústica de su piscina: un resumen

Con el objetivo de reducir al máximo el ruido generado por las instalaciones de la piscina, es necesario prestar gran atención en la fase de diseño. Existe la tentación de situar la sala técnica lo más lejos posible de la piscina para no soportar el ruido de las máquinas: sin embargo, una distancia excesiva aumenta la posibilidad de cavitación, lo que se traduce en un ruido muy fuerte y aún más molesto.

Todo es cuestión de equilibrio: una red hidráulica bien dimensionada, distancias medidas para respetar los caudales de agua y evitar las caídas de presión, así como aparatos instalados sobre bloques de aismiento y rodeados, si es posible, de plantas, son la mejor garantía para disfrutar de una piscina lo más silenciosa posible.