No existe prácticamente nada que supere a una velada junto a una piscina bellamente iluminada. Buenos amigos, buena comida y bebida, y un chapuzón rápido a medianoche como guinda del pastel: un auténtico paraíso terrenal.
No hace mucho que la iluminación de las piscinas consistía en un gran foco, instalado en la pared más próxima al patio.
Sin embargo, y para nuestra inmensa alegría, las cosas han cambiado mucho. Ahora, los focos LED embellecen la iluminación, añadiendo equipos más fiables y reduciendo el consumo de energía.
1. Iluminación de piscinas: bonita Y útil
Una piscina bien iluminada es el punto focal de cualquier velada. Igualmente, resulta muy práctica a la hora de bañarse: el agua oscura pierde rápidamente su encanto y nos recuerda demasiado a películas como "Tiburón"...
Pero, ¿sabía que la iluminación de la piscina también reviste gran importancia en términos de seguridad?
Imagine que escucha un chapoteo fuerte en plena noche. Cualquiera querría descubrir inmediatamente a qué se debe. El primer instinto sería el de encender las luces (algunos sistemas se iluminan totalmente en cuestión de segundos precisamente por este motivo). Esto le permitiría ver exactamente qué ha caído al agua.
En la mayoría de los casos se trata de animales. No obstante, si se tratara de un niño, no queremos imaginar la situación sin luces... En definitiva, iluminar su piscina puede resultar extremadamente útil, incluso vital.
2. Iluminación "antigua" de piscinas: bombillas incandescentes PAR56
Tradicionalmente, se lograba iluminar las piscinas por medio de grandes bombillas PAR56, todo un estándar del mundo de las artes escénicas, potentes pero de gran potencia (300 W) si las comparamos con los estándares actuales.
Estas bombillas incandescentes resultaban bastante asequibles, aunque su funcionamiento a muy baja tensión (por cuestiones de seguridad en el agua) requería el uso de cables de cobre grandes y costosos que evitaban su sobrecalentamiento (por no hablar del coste del transformador, también de cobre).
Por suerte ha llovido mucho desde entonces y la Unión Europea implementó hace tiempo su Directiva sobre diseño ecológico de aparatos que utilizan energía. Este obliga a los fabricantes a utilizar elementos más beneficiosos y con un consumo más reducido.
Igualmente, esta directiva ha afectado al sector de las piscinas, que poco a poco ha ido adoptando por norma la iluminación LED. Por ejemplo, un foco LED actual como nuestro Microbrite, solo consume 12 W, es decir, 25 veces menos electricidad.
3. Distintos tipos de iluminación LED
La mayor ventaja que ofrece la iluminación LED (diodos emisores de luz, por sus siglas en inglés) es su capacidad de convertir la mayor parte de la energía que consumen, en luz. En comparación, las bombillas incandescentes convierten gran parte de su energía en calor, lo que a su vez reduce la vida útil de la bombilla. De esta forma, los LED refrigerados correctamente ofrecen una extensa vida útil. No obstante, todo depende del espacio disponible.
Con la intención de mantener la forma de las PAR56 en las piscinas y evitar tener que modernizar toda su instalación, las primeras bombillas fabricadas conservaban la misma forma, pero se había sustituido el filamento por cientos de LED. Por otro lado, la tecnología LED ofrece una baja intensidad luminosa y bajo coste, pero carecen de potencia: las PAR56 no están optimizadas para los LED, sobre todo en materia de emisión de calor.
Otra variante de LED conserva el diámetro de las bombillas PAR56, pero con otra forma: sin embargo, la intensidad de los LED de 300 o 400W continúa siendo baja.
Otros focos más modernos, pese a conservar el diámetro PAR56, no utilizan más de una docena de LED de muy alta intensidad, como el Intellibrite de Pentair. Esta es exactamente la solución que debemos promover.
Al mismo tiempo, existen focos más pequeños, como el Microbrite: estos se disponen en grupos de 5 o 6 y pueden actuar como fuente de iluminación principal y reducir las sombras en la piscina, logrando que resulte más acogedora y segura. Otra opción, gracias a su reducido tamaño, es instalarlos en lugares donde otros focos no cabrían, por ejemplo junto a los escalones.
Debemos tener en cuenta la larga vida útil de los LED (a menudo más de 10.000 horas de uso). Aunque en ocasiones su precio es notablemente mayor que el de otros tipos de bombillas, se amortizan rápidamente.
Es evidente que la iluminación LED ofrece innumerables ventajas: mayor duración de las bombillas incandescentes y un menor consumo de energía.
Otro de sus beneficios es que permite crear diseños muy atractivos, como observaremos a continuación.
4. Iluminación LED y sus 1001 colores
La mención del término LED nos trae inmediatamente a la cabeza imágenes de los increíbles espectáculos que estos diodos son capaces de producir gracias a la infinidad de colores logran reproducir. La diferencia es que esta vez no los observaremos en el aire, como es habitual, sino en el agua.
El agua no es neutra y absorbe más o menos longitud de onda según el color que emita el diodo. Por ejemplo, no es frecuente encontrar una piscina iluminada de rojo, dado que por sus características, el agua absorbe mucho más este color que el azul o el verde. El resultado final sería demasiado turbio y poco agradable.
Aún así, es posible reproducir efectos de luz muy atractivos en el agua, siendo esta es una de las grandes ventajas de los LED frente a las bombillas incandescentes.
Básicamente, los LED emiten RGB (rojo, verde, azul) y los mezclan para conseguir el resultado deseado. Otras versiones más modernas emiten RGBW (RGB más blanco), pudiendo así emitir un blanco auténtico, un resultado mucho más limpio que el obtenido mediante la mezcla de colores.
La reproducción de colores se logra mediante LED donde un color fijo se mezcla con otros diodos de color fijo, o mediante LED con la capacidad de cambiar de color. Esta segunda opción ofrece resultados más limpios, dado que mezcla mejor los colores. Opte por esta solución sin dudarlo.
5. ¿Qué son los lúmenes y demás?
Usted ya conoce los lúmenes, que constituyen la unidad de medida de la potencia luminosa. Hoy en día este es un término con el que nos hemos familiarizado gracias a la fácil accesibilidad a la iluminación LED. No obstante, al igual que sucede con los colores, y pese a representar un modo de medición eficaz y constante en el aire, no lo es tanto en el agua, dada su capacidad para absorber la luz.
Por ejemplo, no es posible trasladar literalmente los lúmenes indicados en la bombilla de su salón a un entorno líquido.
Es necesario prestar más atención a la relación entre el consumo de electricidad y la luminosidad indicada: cuando hablamos de bombilla o diodo, el objetivo debe ser siempre convertir la máxima cantidad de energía en luz, no en calor.
Focos LED: la solución moderna idónea para su piscina
Las bombillas incandescentes ya no existen, ¡viva el LED! No pierda más tiempo: evite un consumo eléctrico excesivo y opte por una iluminación más beneficiosa disponible en un amplio y elegante abanico de colores.
Preste atención a estos aspectos a la hora de elegir sus focos LED:
- ¿Busca un LED de baja o alta intensidad?
- ¿Cuál es el consumo en comparación con los lúmenes indicados?
Como hemos observado, la luz nunca es igual en el agua que en el aire, y el mere valor en lúmenes no debe ser el factor determinante para nuestra elección.
Ahora ya está preparado para disfrutar al máximo de su piscina, del ambiente nocturno que ha creado y de una increíble explosión de color. ¡Diviértase!
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